La historia de Cuatro Gallos empieza alrededor de la década de los 90, cuando 4 hermanos visitaban el Valle de Ica, conocido por la fertilidad de sus suelos y la generosidad de su clima. Los cuatro buscában tierras para sembrar productos agrícolas como paltas, pécanos y uvas de mesa. Fue entonces cuando, tras un largo recorrido, encontraron un fundo, pero no se trataba de un fundo cualquiera sino que estaba sembrado con las uvas quebranta más antiguas del valle y con características excepcionales. Decidieron no reemplazar las uvas quebrantas por otros cultivos para, de esta manera, mantener las vides tradicionales. La calidad de estas uvas los llevó a investigar acerca de la producción artesanal de Pisco, que se da de generación en generación. Así nació la pasión de los hermanos, hasta que un día se animaron a realizar pequeñas producciones de pisco de manera artesanal para su familia y amigos. El resto de la cosecha la vendían a otras bodegas pisqueras tradicionales. Era tal la aceptación de estas uvas, por sus características especiales, que otras bodegas empezaron a interesarse en la cosecha, al punto que competían por adquirirlas. Fueron pasando los años y, apasionados por revivir la tradición del Pisco, apostaron por sus tierras y decidieron trabajarlas, extendiendo los cultivos y mejorando la calidad de nuestras uvas. Hasta que en el 2002, fundaron Cuatro Gallos, el Pisco de los cuatro hermanos.